El panorama de los pagos ha experimentado una transformación significativa en los últimos años. Los avances tecnológicos han llevado a cambios drásticos en la innovación, con pagos cada vez más rápidos, tanto a escala local como global, más fáciles y convenientes. Los actores no tradicionales que ingresan al mercado, desde las grandes empresas de tecnología hasta los fabricantes de automóviles, están trayendo nuevas aplicaciones e innovación al ecosistema de pagos con pagos integrados en la economía del mundo real como nunca antes. Esto no ha pasado desapercibido para los reguladores que ahora están investigando cómo la regulación debe adaptarse para cumplir con estos cambios. A medida que evolucionan las necesidades de los clientes y las empresas, queda claro que el ecosistema de pagos global debe ser ágil y abierto a la innovación sin sacrificar la estabilidad financiera sobre la que se basa la infraestructura y el futuro de la industria de pagos.
La aplicación inconsistente de la identidad digital en la actualidad significa que en algunos países, las personas pueden realizar transacciones de forma libre y sencilla, mientras que en otros, donde es más difícil verificar las identidades y los activos, existe una fricción mucho mayor en el sistema de pagos. Estas barreras disminuirán a medida que los estados-nación y los proveedores de pagos trabajen juntos para establecer estándares de identidad digital acordados internacionalmente, aprovechando cada vez más la biometría, incluido el reconocimiento facial, las huellas dactilares y los implantes, lo que también permitirá a la industria de pagos continuar liderando la lucha contra la exclusión financiera, con economías desarrolladas aprendiendo de los éxitos ya logrados a través de canales móviles en muchos mercados emergentes. Para aquellas personas y pequeñas empresas - que actualmente luchan por acceder a los pagos y a los servicios financieros de manera más amplia, una identidad digital representará una llave de oro, desbloqueando los servicios de los pagos de beneficios a la banca y permitiéndoles establecer historiales crediticios y huellas financieras. Las redes sociales representan otra área donde los mercados occidentales aprenderán de sus contrapartes de economías emergentes; la convergencia de las redes sociales y los servicios de pago, ya firmemente establecida en China, se extenderá internacionalmente. Esto creará nuevas oportunidades para los proveedores de pagos y sus clientes, por ejemplo, para que los comerciantes interactúen con consumidores individuales a gran escala a través de dichas redes.
Las tecnologías de contabilidad distribuida tienen el potencial de ser el medio principal a través del cual entregamos el sistema de pagos del futuro. La computación en la nube y las herramientas API vincularán las cadenas de bloques (BlockChain) para crear redes transfronterizas de alta velocidad: una "Internet de valor" a través de la cual los pagos fluyen sin obstáculos, al igual que la información fluye actualmente por la web mundial. Se realizará un número cada vez mayor de pagos a través de estas cadenas de bloques (BlockChain), que en gran medida serán operadas por organizaciones del sector privado del sector bancario o cuasi-bancario, una red de este tipo tiene el potencial de brindar más que solo servicios transaccionales. Por ejemplo, vincular los pagos a la cadena de suministro a través de tecnologías de contabilidad distribuida transformará la gestión y el seguimiento de la cadena de suministro a convertirse en un producto estándar. A medida que las cadenas de bloques disuelvan las fronteras entre los sistemas de liquidación nacionales, los pagos serán instantáneos, incluso cuando sean transfronterizos. Esto comenzará a tener impactos fundamentales: por ejemplo, hacer que las transferencias de micropagos de gran volumen y una atomización del sistema de pagos, sean económicamente viables; pero también significa que los bancos deberán poder administrar su liquidez en tiempo real, lo que sigue siendo un desafío clave en la actualidad.
John Hallsworth Socio, Open Banking Lead KPMG en el Reino Unido
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