- Jaime González Gasque
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El valor del mercado global de transferencias de dinero superó los 700 000 millones de dólares en 2020. La pandemia de COVID-19 no provocó una caída tan significativa en las transferencias como los expertos pronosticaron inicialmente, y en los próximos años se espera que la industria crezca a una tasa de varios puntos porcentuales anuales. Sin embargo, el mercado enfrenta numerosos desafíos, como ofrecer múltiples formas de enviar y recibir fondos, reducir los costos de transacción y aumentar la seguridad de las transferencias.
Según datos del Banco Mundial, el mercado global de transferencias de dinero en 2020 superó los 700 000 millones de dólares. A su vez, Allied Market Research pronostica que este mercado alcanzará un valor de más de 930 000 millones de dólares en 2026, con una tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) del 3,9 %. Solo la industria de las remesas digitales tiene perspectivas de crecimiento a una tasa del 13,3 % anual para superar los 42 000 millones de dólares en 2028 (Grand View Research). La situación económica debería estar impulsada en parte por los migrantes económicos que abandonan sus países de origen en busca de empleos mejor remunerados y desean apoyar económicamente a sus familias.
Según el Banco Mundial, los países que recibieron más remesas el año pasado fueron India (83 000 millones de dólares), China (60 000 millones), México (43 000 millones), Filipinas (35 000 millones) y Egipto (30 000 millones). Si analizamos las estadísticas de cada región del mundo, las remesas crecieron en América Latina, Asia Meridional, Oriente Medio y el Norte de África. Se registró un menor crecimiento en Asia Oriental y Central, la región del Pacífico, Europa y África Subsahariana.
El mercado de transferencias de dinero se presenta prometedor. El número de expatriados en el mundo crece constantemente, el acceso a los servicios móviles también está en aumento y las transacciones financieras en línea ya son estándar en la mayoría de las regiones. El envío digital de dinero ofrece numerosas ventajas, algo que los gobiernos de muchos países están reconociendo al tiempo que promueven las transacciones sin efectivo. A medida que las transferencias de dinero se vuelvan más económicas, seguras y disponibles a través de diversas herramientas digitales, estos servicios llegarán a millones de usuarios, afirmó Evgeny Chamtonau, director ejecutivo de Spoko.app.
La pandemia no tuvo un impacto negativo tan grande en el mercado global de remesas como se esperaba inicialmente. Se estima que el impacto negativo de la COVID-19 fue menor que durante la última gran crisis económica, que finalizó en 2009. Se espera que el mercado reanude su crecimiento este año, con un aumento previsto de las remesas a países de bajos y medianos ingresos del 2,6 % en 2021 y del 2,2 % en 2022.
Los usuarios del mercado de transferencias de dinero aún ven potencial de desarrollo, por ejemplo. En personas sin acceso a servicios bancarios. Según datos del Banco Mundial, en 2017 la cifra era de 1.700 millones de adultos.
Las transferencias de dinero aún enfrentan muchos desafíos.
Las transferencias de dinero pueden ser un área potencial de manipulación, por lo que las empresas de renombre en este sector priorizan la seguridad en la verificación de datos del usuario (incluidos los procedimientos KYC (Conozca a su Cliente)) y en las propias transferencias.
“Los usuarios esperan flexibilidad ante todo. Necesitan una solución sencilla que les permita elegir el método de pago adecuado para transferencias instantáneas, independientemente del país de envío o recepción de los fondos. Nuestra aplicación ofrece a los expatriados la oportunidad de utilizar los métodos de pago locales que les resulten más cómodos y familiares. También es importante reducir gradualmente los costes de las transferencias, ya que suelen ser muy elevados. Cada año, los expatriados que envían dinero a sus familias con regularidad donan sumas importantes, algo que debería cambiar”, añade Chamtonau.
Según datos de FTI Consulting, casi la mitad de los europeos prefieren los métodos de pago locales. Por países, en Países Bajos, Suecia, Finlandia y Polonia, los más populares son los pagos a través de cuentas bancarias, mientras que en Alemania, España e Italia, los usuarios prefieren los monederos electrónicos (eWallet).
El acceso a la tecnología se asocia con una mayor competencia, lo que puede ayudar a afrontar otro desafío: los altos costos de las transferencias. Si bien la tendencia está disminuyendo (según el Banco Mundial, las comisiones por transferencias han bajado de un promedio del 14 % en los últimos años al 6,5 %), aún existen empresas en el mercado que cobran aproximadamente un 10 % de comisión por las transacciones. Por otro lado, existen empresas que ofrecen transferencias sin comisiones a países seleccionados. Esto incluye a Spoko.app, que realiza transferencias a Nigeria, Ucrania, Brasil y Turquía para ayudar a los usuarios a enviar dinero a sus familias.
El futuro de las transferencias
¿Podría haber algo nuevo en el mercado de las transferencias de dinero? Las criptomonedas, cada vez más utilizadas en las transferencias, pueden ser un gran avance. Sin embargo, hasta que sean ampliamente aceptadas como método de pago oficial y se equiparen al dinero, este sector no podrá desarrollarse a un ritmo más rápido.
Una cosa es segura: cada vez más transacciones se realizan completamente en línea. El efectivo aún se utiliza, pero su importancia está disminuyendo lentamente, especialmente en los países desarrollados, donde se están creando economías digitales con ecosistemas de transacciones sin efectivo. El desarrollo tecnológico y el acceso a soluciones móviles son nuestra dirección, y esto impulsará el mercado global de transferencias.
Por: Polly Jean Harrison